lunes, 19 de noviembre de 2012

María Alejandra Rojas: a Yanuva León


María Alejandra Rojas (Caracas, 1980)

El poeta Iván Cruz (Ciudad de México, 1980) nos presenta una muy valiosa selección de poetas venezolanos de las últimas promociones, la poesía que se ha escrito durante el gobierno de Hugo Chávez. Asimismo nos ofrece una nota introductoria para acercarnos a esta importante tradición lírica.


a Yanuva León


He querido regresar a la legalidad cruzar la pierna en el

bus estornudarme encima he querido llegar a casa una y otra

vez las llaves en la idea obsesiva de volver a verme inclinar el

rostro frente a los señores del aseo he querido ser legal con mi

cara de pendeja frente a un largo camino he preferido

descolgar el retrato vomitar en los lavamanos apresurar el

paso para dispersar y huir a mis propias flatulencias he

pensado que detestándole desaparecerá y se llenará de cosas

de solicitudes de balas y patadas quiero oír un tropezar quiero

saberlo todo quiero cerrar el puño estrangular la palabra que

recojo cuando apresto hasta el cubo de hielo fumo un filtro

recién seco y me prometo parir y volver pedir permiso a la

pierna y reír del que se ahoga tirar la reja en la cara y para qué

te ves el camión pasa por la noche silbarle he evitado silbarle

a la muchacha que pide el martillo luego limpiar y disimular

todo acto desleal y pagadero a crédito con las botas llenas de

tierra cierro la boca y aguanto el dedo en el ascensor he

querido otras casas y otros pensamientos para cuando me

animo a decir mi nombre me desplomo estoy cansada del olor

a sangre y sol que destilan los alientos de nosotros los

sabedores

viernes, 21 de septiembre de 2012

Pablo Neruda: El poeta (*)


Antes anduve por la vida, en medio 
de un amor doloroso: antes retuve 
una pequeña página de cuarzo 
clavándome los ojos en la vida. 
Compré bondad, estuve en el mercado 
de la codicia, respiré las aguas 
más sordas de la envidia, la inhumana 
hostilidad de máscaras y seres. 
Viví un mundo de ciénaga marina 
en que la flor, de pronto, la azucena 
me devoraba en su temblor de espuma, 
y donde puse el pie resbalò mi alma 
hacia las dentaduras de! abismo. 
Así naciò mi poesía, apenas 
rescatada de ortigas, empuñada 
sobre la soledad como un castigo, 
o apartò en el jardín, de la impudicia 
su más secreta flor hasta enterrarla. 
Aislado así como el agua sombría 
que vive en sus profundos corredores, 
corrí de mano en mano, al aislamiento
de cada ser, al odio cotidiano.
Supe que así vivían, escondiendo
la mitad de los seres, como peces
del más extraño mar, y en las fangosas
inmensidades encontré la muerte.
La muerte abriendo puertas y caminos.
La muerte deslizándose en los muros.
__________
(*) De 'Canto general', capítulo 'Las flores de Punitaqui'


martes, 3 de mayo de 2011

Melvin René Barahona (*) : Zacapa, niña ardiente (1)

Segunda ciudad mártir (2)

Zacapa, niña ardiente,
corazón de palmera ruborosa.
Fragua donde el verano se adereza
ccon el aroma insustituible
de tu ron tropical, con tu mercado
oloroso a legumbres y sonrisas
que miran a través de los canastos
como ofreciendo un tímido espejismo
de humedad vegetal y caprichosa.

Como si no bastara con el fuego
que transpiran tus cactos;
y ese otro, voluptuoso y enervante
de tus doncellas mañaneras;
hoy le traen, Zacapa de mis antepasados,
el fuego de la muerte, el que destruye
toda la vitalidad y todo ordeño.

Siempre pediste humedad para tus llanos,
para aumentar los surcos de tus milpas,
para bañar la sangre de tus cactos,
para aliviar la frente de tus niñas.

Ya tienes humedad; sí, ya la tienes.

Humedad en los ojos de las madres
con su ternura mutilada.

Humedad en los hijos destrozados
y en su lactancia aniquilados.

Ya puedes inclinarte en los llanos de la Fragua
para beber tu propia sangre,
esa alta sangre, vacilante y poderosa,
que yo traigo en el centro de mi puño
como una herencia desde ayer, desde mis padres.

Fuego sobre fuego te están dando
los perros asquerosos de la noche
para que no te quede piedra sobre piedra.

A ti, diosa del fuego, que le diste
el sello de tu lumbre a Prometeo,
la piedra de tu fuego.

___________
(*) http://www.literaturaguatemalteca.org/mbarahona.htm

(1) Título nuestro

(2) Trozo del poema 'Las guitarras del exilio'


(Del libro 'POESÍA REVOLUCIONARIA GUATEMALTECA. de Mª Luisa Rodríguez. Edita: Zero, S.A. Madrid, octubre 1969)

martes, 5 de abril de 2011

Iswe Letu: Burla a la estirpe real


han flagelado los contornos de la tierra a cohetazos envejeciéndola ajándola en el hálito y en el hábito y los afanes del silencio 

y quieren tapar los alaridos que producen en las gentes de baja condición los banqueros ufanos silvando en sus llaves 

y que es una burla a la estirpe real de las almendras de esperanza no se discute ahora cuando ese gesto es como un escupitajo

y esos banqueros que se pintan en la frente la cifra de dios para que los vientos no tengan espadas son burla para la mayoría

y esos banqueros se evaden como grupa de gacela desatenta cuando las condiciones maravillosas se hacen muerte de nada

y los príncipes ¡ah ellos! pagados en moneda de peces ni gritan ni lloran ni se aunan con la penuria de vivir pasando como una tempestad

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Historias del Ku Klux Klan: Palizas a negros contra la Depresión (*)

La efervescencia creada en USA tras la elección de Obama le ha dado al llamado Tea Party una fuerza notoria. Es una reacción de la más añeja sociedad yanqui, creemos, ante el peligro de avances sociales en  todo los Estados Unidos. Una alarma que cuando fue elegido vimos injustificada y que ahora se ha demostrado que teníamos razón. Releyendo una obra sobre el Ku Klux Klan nos ha venido la idea de que tal vez el Tea Party no sea mas una actualización de esa organición racista y reaccionaria. De hecho había un Klan que se llamaba, allá, por la década de 1920, 'Boston Tea Party'. Bueno, pues para recordar las hazañas de aquel Ku Klux Klan vean, por ejemplo, el siguiente caso entonces muy sonado:


El Klan no ofrecía ninguna solución ante la terrible situación económica creada por la Depresión. Sin embargo, dos cosas estaban claras para él. La primera, que nada podía hacerse mientras los extranjeros continuasen entrando en el país para quitar los trabajos a los norteamericanos. No solamente había que cerrar con fuerza las puertas a fin de contener aquella abalancha, es mas, incluso los que ya habían entrado, y no tenían raíces, tenían que ser expulsados. Esto llevaba consigo la marcha de todos los extranjeros, cuya cifra consideraba el Klan que se elevaba a tres millones y medio. En segundo lugar, los afiliados al Klan debían de tener un gran cuidado en no llevar a cabo acciones antipatrióticas. Era muy loable, por ejemplo, que la Klaverna de York, en Pensilvania, organizase dos enormes cenas a base carne y sopa de lentejas para las víctimas de la Depresión. Pero la acción directa entre los parados no contaba con la aprobación del Klan. El Gran Dragón de Ohio, James Colescott, hombre llamado a grandes destinos, envió enérgicas instrucciones a todos los miembros del Ku Klux Klan, ordenándoles que no participasen en 'actos ilegales', como, por ejemplo, manifestaciones de parados, ayudando en cambio a la Cruz Roja. Un jerarca de la Klaverna de Akron denunció en la revista nacional del Klan a los que participaron en una 'marcha del hambre' celebrada en la capital del Estado, calificándolos de 'negros, extranjeros, italianos, con la hez y escoria de los barrios bajos europeos'. 

Cuando los obreros textiles de la fábrica  Florence de Forest City, en Carolina del Norte, se declararon en huelga para pedir un aumento de sueldo de 15 dólares semanales, el Gran Dragón de aquel Estado, el doctor Amos Duncan, les pidió que volvieran al trabajo. A comienzos de aquella década (se refiere a los años treinta del siglo pasado), la Unión Nacional de Obreros Textiles se presentó en Greenville, población de Carolina del Sur que era un bastión del Klan. Cuando un consejo de parados, formado por representantes de las dos razas, empezó a organizar una serie de actos de protesta entre los obreros sin trabajo, fue evidente que la policía y el Klan tenían que intervenir. Considerando las tendencias izquierdistas de la Unión, las demandas que presentaban a favor de viviendas gratuitas, la abolición de las brigadas de trabajo, y un sueldo de paro de diez dólares semanales, eran relativamente moderadas. Pero, la existencia de una inquietud social, que provocó una manifestación de veteranos ante la resistencia de un director de banco opuesto al subsidio de paro, y que hacía caso omiso de la línea divisioria entre negros y blancos, requería que se hiciese algo. Por entonces una delegación de parados compareció ante el Ayuntamiento de West Greenville, y varios miembros del Klan, cubiertos con sus vestiduras y enmascarados, fueron testigos silenciosos de la entrevista con los concejales. Viendo que los parados no hicieron caso de la advertencia simbólica, cien miembros del Klan enmascarados también irrumpieron en un mitin que celebraron los obreros parados dos noches después golpeando a los negrso presentes junto con los blancos que salieron en su defensa. Según la prensa  local, la policía, que se abstuvo de intervenir, consideraba que de esta manera el Klan pararía los pies a las organizaciones 'comunistas' en Greenville. Y por si acaso no surtía efecto, la policía efectuó una razzia en el barrio negro de la ciudad, advirtiendo a sus habitantes que no fuesen a más mítines. Acto seguido, el Klan desfiló por las calles de la población, para dar más fuerza si cabe a la advertencia.
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(Historia tomada del libro de David M. Chalmers, 'Ku Klux Kaln, los americanos encapuchados 1865/1965')

(*) Título nuestro

viernes, 3 de diciembre de 2010

Mía Couto: Un hijo

Un hijo en el fondo es quien da a luz a la madre.

Mía Couto en 'Cronicando'

jueves, 27 de mayo de 2010

Omar Khayyam: Cabello o Cola (*)

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Hace mucho desapareciste y rebrotaste en un rebaño de carneros.

Tu nombre, ramoneando por el campo, perdiose entre balidos.

Te han brotado, como de la nada, uñas para formar las pezuñas.

Y tus barbas han ida creciendo, aumentando, por el lado opuesto.

Los cabellos de antaño forman hogaño cola airosa de cuadrúpedo.

Para más inri observas que sigues meando, cagando y formicando.

¡Qué golpe tan brutal han dado a tu imagen y semejanza de Dios!

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(*) Versión sacrílega de una rubayata de Omar Khayyam

(///)