viernes, 26 de diciembre de 2008

Agustín García Calvo: Soliloquio de un año

El primer número de 'La Borrachería, cuadernos poéticos' se rotula así: "AGUSTÍN GARCÍA CALVO. Cinco inéditos". Edita Lucerna y patrocina el Café-Bar Aureto. Y tras la portada viene este brindis:

'Vaya en agradecimiento, desde La Borrachería, un brindis de homenaje a la amistad y a la obra de Agustín García Calvo, para que sus versos, como buen vino, nos empapen siempre la vida'

Y firma Aurelio que, suponemos, será el dueño del Café-Bar Aureto.

Y el librito aclara en su última cara:

'Este primer número de LA BORRACHERIA dejó de ser de Agustín para ser de todos el día 1 de mayo de 1997. Es edición única y numerada.

La que nosotros tenemos señala que es la '024/400'.

Para ser fieles a lo dicho de que dejan de ser del autor para ser de todos los demás les ofrecemos estos 5 (cinco) inéditos; inéditos antaño, claro.

Los publicamos en este blog 'Caminar conociendo' porque el autor colaboró gratuitamente con la revista 'Caminar conociendo'. Aquí tienen el cuarto de los poemas:

(d)

SOLILOQUIO DE UN AÑO

Día veinte del mes de Diciembre
del año de mil novecientos
noventaycuatro,
pero y ¿qué?, si da igual, si los días
son todos igual a uno solo,
el mismo tantos.
Y es en vano que digas 'Es éste
un día sin par, una hora
de tal milagro,
porque, mira, se hunde allá el sol
por poco del día más corto
de todo el año,
y te han hecho los cielos la gracia
de alzar la neblina y quedarse
así de claros,
que lo veas allá tras el Duero,
posándose allá tras la cresta
del cerro chato,
casi ya un medio sol, una media
moneda de oro, y ahora
casi un ochavo,
plateándole apenas el vientre
de pez a esa nube perdida
allá por lo bajo,
y, si alzas los ojos ahora,
te dejan mirar ese cielo
de lila pálido
a través de la fina rejilla
de ramas transidas de frío
del puro árbol,
mientras que de la torre cuadrada,
al caer de la bronca campana
un solo cuarto,
sale huyendo grayando por cima
del río en el cielo bandada
de siete grajos,
todo a fin de que tú en este límpido
espejo aprendas a verla
de calro en claro
trasparente la muerte y te quedes
sereno por siempre, sereno.'
Pero es en vano
tu los sigues contando tus días,
y vas a pasar otra hoja
del calendario
y a decir 'ventiuno' y después
'ventidos' y después 'trentayuno'
y 'nuevo año',
y, así vivas cien años o vivas
de nuevo otros mil novecientos
noventaycuatro,
no podrás entender lo que pasa
y aquí entree tus ojos y el cielo
está pasando.

*

(El quinto y último de los 5 (cinco) poemas, antaño inéditos, de Agustín García Calvo aparecerá sin duda en uno cualesquiera de los otros blogs titulados 'Caminar conociendo')

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