Se necesita que la aurora te encuentre siempre acariciando
la copa del divino vino clarete, rosado, de albillo o... peleón.
Dicen que el vino es ácido, que hace agrio al paladar... ¡Normal!
El vino cristalino no se ha prestado a convenciones e hipocresías.
El vino es así: la verdad dura, pura, que esplende a cada instante.
(*) Versión Libérrima
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