martes, 5 de junio de 2007

Isabel Escudero: El libro de nieve



PARA LOS NIÑOS DE LAS NAVAS QUE ESCRIBEN EN LA NIEVE





Para aquella niña, hija de maestros de escuela, padre y madre, que nació y se crió entre libros, que aprendió a leer casi antes que hablar y a escribir antes que andar, fue todo un hallazgo aquel libro blanco, donde las páginas estaban vacías, invitadoras como una sábana blanca, o un campo de nieve, donde emergían las letras y los dibujos en el momento de leerlos y no antes. Algo así como pasa con la música, que sólo al oirla se fija en la partitura del alma, o como la escritura de los sueños, que se escribe al leerlos.

Y, sin embargo, no era un cuaderno, era un libro liso y blanco, de pastas nacaradas, donde la última página podía ser la primera y al contrario, porque tenía la extraña virtud de ser cilíndrico al girar sobre sus goznes, un lomo flexible y suave como el de un gato de blanca angora.

En este libro vacío había historias y leyendas de países lejanos y estaban escritas cada una en la lengua de su tierra, pero podían ser leídas por los niños de cualquier lengua, como si de tentadores enigmas se tratara. Había historias de guerras antiguas como en los manuales de Historia de nuestras escuelas, pero contadas con pormenores de detalles y vívidos colores que borboteaban sangre y destellos sobre el blanco. Así, los niños escribían la guerra sobre la página blanca, como hacen en realidad cuando entablan peleas los días que nieva. Otra de las notas de estos cuentos y relatos es que no tenían fin, ni al remate todos eran felices, ni por supuesto desgraciados para siempre, sino que se quedaban suspendidos en el aire, en ese punto en que la historia se iba pareciendo y acercando al instante en que empezó, que al mismo tiempo no era ningún empezar, salvo porque recordaba a los cuentos corrientes por eso de 'érase una vez...'. Pero bueno, mejor que explicarlo os presentaré uno de esos cuentecillos que se escribían al leer las páginas del libro de nieve, y que a mí me intrigó especialmente:

SALTANDO EL MAPA
(sigue en el siguiente post)
TOMADO DE LA REVISTA 'CAMINAR CONOCIENDO' ESTE ESCRITO DE ISABEL ESCUDERO, REVISTA NÚMERO 0-1 DEL AÑO 1992 SIN PAGINAR. EN SU LUGAR APARECE UNA FRASE, POEMA O PROVERBIO, SOBRE TODO AFRICANO. AQUÍ EL VERSO ES DE TAHAR BEN YELUM Y DICE ASÍ:
'NO CREAN EN LA MANO QUE LABORA
EL CAMPO DE LA SOLEDAD'
Tahar Ben Yelum

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